Mejor dicho de un par de veranos, porque su atrapante entramado onírico de 16 bits se extendió, al menos para mí, más de lo deseado en el tiempo. Lo suficiente como para que me aprendiera sus características técnicas y biblioteca de software de memoria o devorase de forma enloquecida toda la prensa inglesa de la época en busca de noticias, reviews, avances o aquellas jugosas comparativas entre Atari ST y Commodore Amiga. Sí, me costó casi dos años conseguir un ST, pero con el paso del tiempo aprendes que en la vida no siempre se trata de tener o conseguir algo de forma inmediata, soñar con ello resulta incluso más enriquecedor y sirve, entre otras cosas, para valorar como se merece el objetivo de esas febriles y maravillosas ensoñaciones.
El salto cuántico a los 16 bits
Viajemos a principios de 1987, los ordenadores de 8 bits campan a sus anchas en Europa y sus hermanos mayores, pese a llevar un año y medio disponibles, se asoman tímidamente a las revistas de videojuegos del poderoso mercado anglosajón. Los usuarios de 8 bits siguen instalados en el contagio de color del Spectrum (yo mismo), conviven con la desquiciante resolución del modo 0 de Amstrad CPC (160×200 píxeles resultaba limitado incluso en aquel momento), soportan la deslucida paleta cromática de Commodore 64 (sí, algo malo tenía que tener) o sufren las pobres conversiones europeas de MSX (no solo de cartuchos vivía el usuario). Era el precio a pagar de un universo que estaba en danza desde 1982, en algunos casos. Poco a poco, las cosas comenzaron a cambiar en el transcurso de 1986, los primeros grandes títulos de 16 bits para Atari ST y Amiga comenzaban a dar signos de vida. La máquina de Atari contó con mayor seguimiento en sus inicios lúdicos y a partir de diciembre de 1986 pudimos observar las primeras pantallas de Starglider de Argonaut Software, que junto a Mercenary de Novagen, que ya ofrecía en aquel momento su primera expansión The Second City, lideró el aperturismo vectorial/poligonal del videojuego. Otros títulos primigenios del catálogo de Atari ST fueron International Karate, la legendaria aventura conversacional The Pawn, World Games, Rogue, Psion Chess, Little Computer People, Leaderboard, Winter Games, ST Karate y, en su apuesta más comercial, un buen port de Gauntlet.